Hay
días cargados de presagios extraños, en que una sabe que va ocurrir
algo fuera de lo normal, y hay otros en los que se siente una punzada
de felicidad sin venir a cuento. Hay tantas cosas a nuestro alrededor
que no vemos y que nos atraviesan como agujas de suave cristal.
viernes, 13 de diciembre de 2013
domingo, 20 de octubre de 2013
Aprender a vivir con ello.
Hay
deseos en la vida que parecen destinados a ser contados. Sí, sólo
contados. Como si de una artimaña del destino se tratase, hay
historias recreadas en mi mente con todos los detalles que jamás
serán cumplidas; es como tener una fantástica novela en tus manos,
esperar a que salga la película y que ésta jamás se estrene. Por
eso es que insisto en que tengo la certeza de que hay historias
hechas para una mente con capacidad para imaginar y no adaptables
para ser vistas. Deseos que se estancan. Secretos.
Así
que supongo, que lo coherente es darse cuenta a tiempo de que hay
cosas que simple y llanamente son, por definición, imposibles. No se
trata de una concepción negativa sobre los hechos, sino realista. Y
lo lógico, en estos casos; en mi caso, es aprender a vivir con ello.
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