sábado, 14 de marzo de 2015

Y, de nuevo, escribir.

Con eso de que estamos en plena víspera primaveral me ha dado por remover ese caos incontrolable que es mi mente. Y escribir.
Supongo que después de este "stand-by" ha regresado mi inspiración. No la física, pero sí la que se refleja en.... bueno, entre rectángulos.
Intenté parar, lo juro. Pero ya ni la música me amansa, ya no amansa a esa indomable fiera que vendió su alma, y a la que ya no se cómo curarle la lágrima que se le atascó en la retina al vernos romper los esquemas de los que creen en la imperfección de manera caóticamente perfecta.

Y, a estas alturas, creo que ya no busco una solución. Tan sólo trato de encontrar la manera de no pasarme el resto de mi vida pidiendo el mismo deseo a todas mis pestañas.