martes, 14 de enero de 2014

El vaso, siempre, medio lleno.

Siempre se ha considerado una persona de las de "al mal tiempo, buena cara.", de las que ven el vaso medio lleno. De esas que se fijan objetivos difíciles a sabiendas de que es capaz de conseguirlos, para que la satisfacción sea aún más placentera.
Ella dice que cuando el mundo está triste, si sonríe se siente heroína. Que no hay droga más efectiva.
Que si algo le duele, escribe.
Que si tiene que  perderse, no le importa perderse en su vida. Y allí anda, medio perdida.
Y que si tiene que marcharse, dispuesta está a darle la vuelta al globo terráqueo de su habitación, colocar suavemente el dedo índice y cerrar los ojos. No importa si al abrirlos su dedo señala Rusia o París, que el lugar ponga el cielo y el suelo, que el optimismo ya lo lleva ella.

No hay comentarios:

Publicar un comentario